19 may 2023

Colores hipnóticos


 



Justo en la ventana se acaba de posar una mariposa sobre el vidrio, yo tan solo la veo estar ahí mientras mueve levemente sus alas de fantásticos colores. Me resulta fascinante pero al mismo tiempo no dejo de sentirme desanimado. Hoy ha sido un día tranquilo, tanto que el silencio reina en las calles, y el sol resplandece. No tengo ganas de salir de mi cuarto, nada mas quiero estar en este pequeño refugio para pasar el tiempo sin hacer nada. Me conformo con lo que veo: la mariposa de fantásticos colores.
En eso tocan a la puerta de mi cuarto, y doy permiso a que entren. Es mi hermano, que trae un té de jengibre entre sus manos por ordenes de mamá para que me lo entregue. Le indico que lo dejé sobre la mesa, que luego me lo tomo, a lo que él accede ante mi petición. Pero al ir dejando la taza en el lugar y de manera repentina me arroja una pregunta:
-¿Supiste lo que paso?
-¿Acerca de qué?
-Sobre la nave espacial Orion.
-¿Qué ocurrió?
-Exploto.
-¡¿Qué?!
-Si. Exploto en cuanto estaba por salir de la corteza terrestre, voló en mil pedazos.
-Vaya… que mal.
-Si, una lastima. Cosas que pasan. Bueno, me retiro, tengo que ir a casa de los muchachos a jugar videojuegos. Adiós.
Sin mediar mas palabras él se retira y yo quedo en mi cuarto totalmente solo, pensando en la desgracia que acaba de suceder. O eso creo. Ya ni sé que pensar. A lo mejor es una simple excusa de mi parte para seguir justificando mi apatía. Ya nada mas quiero que este día acabe, todo me da igual. Ojala venga la noche rápido y logre sumergirme en el mundo de los sueños para después despertar e iniciar un nuevop y mejor día. Mientras tanto sigo viendo fijamente esta mariposa de fantástico colores.




*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

Una visita muy deseada









Esta noche será muy especial para mi, después de tanto tiempo en compañía de unos amigos, logramos ir a un lago que esta cerca de la ciudad, para poder presenciar a cielo abierto la llegada de un cometa de 50 mil años, tiempo en que fue la última vez que llego a pasar cerca de la tierra.
Para pasar el rato, nosotros nos llevamos varios preparativos: una ensalada de frutas, gaseosas, Sándwiches; además de eso, un pequeño reproductor de música para crear un ambiente agradable.
Con todo esto mas las platicas de nuestras anécdotas pasadas para recordar los buenos momentos que experimentamos en nuestra adolescencia nos hizo experimentar ataques de risas por nuestras ocurrencias, tanto así que hasta el aire nos faltaba. Y al estar sumergidos en nuestra conversación llego un momento en que notamos que el cielo empezaba a esclarecer, porque al ver la hora nos dimos cuenta de que el paso del cometa ya había ocurrido, que ese acontecimiento que se daba cada 50mil años no se repetirá en nuestras vidas porque para ese entonces seríamos simplemente polvo cósmico.
Pero lo único rescatable de esta situación es el haber compartido con mis amigos, amigos a los cuales aprecio mucho y tenia años sin saber de ellos. Después de todo, estos recuerdos son lo que me acompañaran en los siguientes años de vida y puede que mas allá.
Gracias, cometa.




*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

Luchando entre las tinieblas

 



En medio de la oscuridad se encuentra una criatura de aspecto humanoide. Esta apenas se lograba ver por una fuente de luz que se proyectaba encima, de manera tenue. En cuanto a mi no me veía como tal sino por tan solo mis manos, en el que sin dudarlo los coloque sobre el cuello de ese monstruo. Ese ser que tanto detesto por todo lo que representa y mas por su apariencia híbrida, que va entre lo humano y lo animal; específicamente una cabra.
Mientras que lo seguía apretando con todas mis fuerzas sentí un gran placer al ver como lo ahogaba a pesar de que no se escuchaba nada. Apenas podía sacar su lengua por lo que yo le hacía. Pero, de repente escuche una voz en mi interior que me decía que no peleara, que eso se encargaba Dios.
A lo que después me desperté de ese extraño sueño.



*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

Contemplando el nacimiento de un nuevo mundo




-¿A qué hora debemos de empezar?
-Tan solo falta poco, no te impacientes.
-Me gustaría iniciar, por lo que veo tenemos mucho trabajo por delante y me gustaría irme temprano al bar para ver partido de fútbol.
-Yo también pero que se le va a hacer, trabajo es trabajo y toca ganarse el pan diario.
-Y la cerveza diaria -comenta con una sonrisa que deja ver sus dientes resplandecientes-.
Ambos trabajadores, que vienen siendo dos entre tantos de un aproximado que ronda entre 20 a 30, forman un equipo que se encarga para ir removiendo con sus maquinarias cada uno de los arboles del bosque; bosque que debe de ser talado por completo y que a cada árbol caído debe de ser llevado a la fabrica para ser procesado como papel.
La destrucción será inminente, nada quedará en pie, será un escenario en que no quedará nada sino tan solo la barbarie y la desolación producidas en manos de estos hombres. Todo el mundo lo puede saber menos aquellos seres de apariencia inocente y que lo vienen habitando desde hace años, centenares o incluso se puede decir miles de años; tal y como nuestro pequeño amigo de tamaño diminuto, de piel pelada, y que sostiene con su dos patas delanteras un pequeño producto alimenticio que el mismo bosque le ha dado. Esta ardilla de grandes ojos negros, sobresalientes y brillosos se queda mirando fijamente todo el movimiento y la logística de los hombres: algunos van dentro de tractores, y otros caminando y portando en sus manos sierras eléctricas listos para cumplir con su misión.



*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

Atrapado en una constante

 







Lo mismo, lo mismo, lo mismo… esta es la constante en que suelo estar casi todos los días. Constante que no me deja respirar sino en ciertos momentos por estar atrapado en esta jaula y seguir pedaleando como un hamster dentro de su rueda.
Pareciera no tener fin esta situación -y eso que he intentado hacer todo lo que esta a mi alcance-, pero siempre me pasa lo mismo. Ya siento mi mente nublada, sin ideas para escapar y sentirme liberado, sentir que hay al menos un nuevo horizonte prometedor y esperanzador, en que podamos continuar con nuestras vidas normalmente o empezar una nueva.
Todo esto te arrincona, como si se tratará de un gas tóxico que debes que inhalar por obligación para acabar con tu existencia al estar arrinconado entre las esquinas de una pared.
Todo es lo mismo: el desempleo, la corrupción, el cierre de empresas y negocios, los divorcios, la estampida de gente hacia otros lugares… todo es lo mismo. Nada mas queda esperar hasta que todo cambie por un golpe de suerte mientras que sigo aguantando, a menos que mi fin ya este cerca.




*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

Lo mejor que hay en cada uno de nosotros




Recuerdo que cuando era niño llegamos a compartir un momento que en realidad parecía ordinario pero no lo era así ya que, entre los presentes que a pesar de ser desconocidos para mi, salvo mis familiares, gozábamos de alegría y de buen convivir. Y es que esa manera tan genuina en que nos relacionábamos entre todos no lo he vuelto a experimentar desde entonces: cada sonrisa, chistes, y abrazo, era algo que me decía mucho; y mas cuando se apareció de manera repentina aquella persona con ese gran pastel junto con un gran cuchillo listo para picarla y ofrecer desinteresadamente a cada quien su respectiva rebanada.

Y es que cosas esas era lo que hacia sobrellevar una situación tan incomoda y a la vez dolorosa para todos nosotros por lo que estábamos viviendo en medio de albergue provisional e improvisado -un estadio de baloncesto techado- habilitado por el gobierno tras el desastre por el huracán, que llego a acabar no solo con nuestros hogares y demás pertenencias sino también con la vida de varios de nuestros vecinos.

Ahora que ya ha pasado tiempo siempre tengo ese grato recuerdo porque me hace sentir esperanzado en que, a pesar de nuestra forma de ser, lo complejo o defectos que tengamos como personas siempre sale a relucir lo mejor que llevamos por dentro.



*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.

La Huida






Entre lo amplio y basto que es el desierto se logra ver un camino hecho por las pisadas de un hombre en que se nota que lleva bastante tiempo recorriendo un trayecto. Su cara despavorida ya no es tan notoria debido al cansancio por la larga caminata bajo el sol, y la perdida de liquido a través del sudor en que pareciera que le tapara la visión y cubriera casi todo su cuerpo, algo que se puede notar en toda su ropa.
A penas puede jadear; casi le cuesta respirar por el polvo que hay en el ambiente; los músculos de sus piernas parecen que ya no dan para mas. Siente que la vida se le va con cada pisada que da. Que quiere que todo acabe de una vez, pero aun así el miedo y la desesperación le sigue dando impulsos para seguir adelante.
A pesar de continuar este se llega a tropezar con una piedra del tamaño de un balón de fútbol, lo que hace que se caiga bruscamente y además de eso le produce un fuerte dolor en su pie derecho tras el golpe. Queda mirando de medio lado ante el suelo, con su boca abierta para seguir jadeando como un perro que queda agonizando en sus últimos momentos. Y haga lo que haga siente que todo esta perdido, se encuentra solo en medio del desierto, y sin tener a alguien quien le auxilie. Eso era lo que pensaba por unos instantes hasta que ve que de repente que se aproxima un pequeño vehículo, como una especie de Jeep, que se llega a detenerse a unos cuentos pasos de él. Y en cuanto se estaciona él observa que se bajan tres hombres de mal aspecto, en el que cada uno portaba entre sus manos objetos como palos y hasta un bate de béisbol. Sus miradas era de pura ira.
El hombre que yace en el suelo experimenta un miedo descomunal, tanto que hasta el corazón parece que le va a estallar y su cara se queda perpleja por imaginarse por lo que ha de pasar ahora, mas ahora porque ya estaban por acercarse los hombres a querer saldar cuentas con él al no haber pagado la cuenta en el restaurante, y haberse ido sin pagar la hamburguesa con doble carne y queso amarillo, acompaña de un vaso extra-grade de CocaCola, y un helado de tres sabores.
Se disparan las risas en toda la clase y hasta la misma profesora siente que no puede contenerse. Algunos llegan a decir cosas sueltas como: “ni Hollywood se atrevio a tanto”, “que final de mas disparatado te has creado para ese cuento”, “tu relato hizo que me diera hambre”. Jaimito se siente tan apenado que ya desea que el turno en el colegio acabe, pero lo malo es que deberá de esperar mucho tiempo ya que apenas esta comenzando la jornada.



*Nota: publicado originalmente en Hive.blog.